Posiblemente si se nos ocurre hablar de festivales de música, nos vendrán muchos a la cabeza. Pero si hay alguno con el que se ha generado muchas rencillas y mala fama ese es el Burning Man Festival. El lugar dónde saltó la luz de alarma y se perpetraron los cuernos de Iñigo Onieva a Tamara Falcó.
Los días tras el contundente anuncio de su infidelidad y la posterior ruptura inmediata de la pareja, ha dejado muchos flecos abiertos. ¿Por qué sucedió en ese evento? ¿Qué es lo que tiene de especial o atractivo para una personalidad como la de Iñigo Onieva?
¿Dónde se celebra el Burning Man festival?
Lo primero que nos parece relativamente extraño es la remota ubicación dónde se celebra este acontecimiento. El lugar escogido está muy lejos de España, concretamente en el desierto de Nevada, en Estados Unidos. Un espectáculo que se celebra anualmente en el país norteamericano.
Algunos de los asistentes lo describen como una auténtica aventura. Algo muy experimental que se necesita vivir para definir la magnitud de lo que solo sucede allí. En una ubicación auténticamente remota, la propia organización impone sus normas: el dinero no está permitido con lo que se prioriza los intercambios con otros bienes.
El Burning Man Festival respira su propia esencia
El estilo de vida que se abandera dentro de éste es estrambótico y solo los más valientes o atrevidos serían capaces de vivir una experiencia de este tipo. Se necesita madurar su asistencia con una mentalidad completamente abierta y sin objeciones. La tradición del mismo viene remontada desde hace casi 40 años. La trayectoria ha sido tan amplia que hasta han cambiado de ubicación varias veces. Sus primeras fiestas se dieron en la ciudad de San Francisco.
Pero visto el éxito que pegó la propuesta, se apostó por trasladarlo a un escenario más escondido, para hacerlo todo más atractivo. La localización, ficticia, se encuentra situada en una población conocida como Black Rock City. Todo es fruto de la imaginación y del espíritu del mismo festival que permanece abierto aproximadamente a lo largo de toda una semana.
Se oscila que al Burning Man Festival acudan prácticamente cada año, cerca de cientos de miles de personas. Otra de las grandes incógnitas que falta por resolver todavía es el ingenioso nombre que lleva de por sí, “Burning Man”.
Pero todo parece tener su historia. Con el recuerdo de los primeros años -década de los noventa-, en los que se empezó a celebrar, los propios organizadores se consideraban entre ellos bastante inconformistas con la vida misma.
Por ello, decidieron quemar numerosas obras de arte contemporáneo y ese gesto les provocaba una paz interior. De ahí el nombre escogido para bautizarlo como tal. Con el tiempo no solo fueron obras de arte, sino que también esculturas, o mobiliario de madera relacionado con el arte, a lo que se le prendía fuego.
Algunas curiosas normas del festival
Como auténticos atractivos y puntos de interés, hay varias que llaman la atención. El dinero parece estar vetado en este tipo de concentraciones. Por tanto, se accede a negociar a partir de otro tipo de acuerdos, todos relacionados o bien con la autosuficiencia o el intercambio de otros bienes que no sea el mero económico.
Otra de las actividades que se practican es el nudismo, como algo recurrente y sin ningún tipo de apego especial. No hay otras normas que cumplir ni nada por el estilo. Hasta sorprende que esté permitido el acceso a niños.
El Burning Man Festival es considerado uno de los más importantes del país y parece que para conseguir una de estas entradas privilegiadas se necesita de habilidad y rapidez para hacerte con una de ellas. Los precios oscilan entre los 425 y los 190 dólares, según la escala social de la que provengas.
