¿Qué comía el ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial?

Ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial

En la Segunda Guerra Mundial el ejército alemán se sostuvo en largos periodos de tiempo con escasez de alimentos y las dificultades para suministrarlos, lo que hacía que se convirtiera en un verdadero reto. Alimentarse es una de las primeras necesidades del ser humano, pero en tiempos de conflicto, es una de las primeras cosas que empieza a fallar.

La gestión de la comida alemana en la Segunda Guerra Mundial

Alemania intento industrializar los alimentos, como lo hacia Estados Unidos. Esto lo llegaron a conseguir, pero nunca a los niveles de la industria americana, que alimentaba de forma más eficiente a sus soldados, a ingleses e incluso a las tropas soviéticas. Según iban pasando los años, se volvía más complicado alimentar a las tropas. Por ello, los países con más dificultades, cada vez se veían más limitados y presionados.

Ejército militar alemán
Dos soldados alemanes en misiones militares

El ejército teutón alimentaba a las tropas con comidas calientes una vez al día. Cada manjar lo repartía el batallón de alimentación servido en cocinas a remolque. El turno exacto se hacía cuando las tropas iban de una misión a otra. Las raciones de comida se repartían según el rango.

Aunque la mayoría de veces, comían estofado y patatas con carne de cerdo e incluso de caballo. Los soldados en su ración de comida diaria tenían: pan, queso, mermelada y en ocasiones salchichas. Si querían agua caliente para el té o café podía cogerlo, sobre todo en las épocas frías.

No había mucha variedad en las trincheras

Las cenas eran parecidas, incluyendo en ocasiones, sopa instantánea. El menú para los germanos era mayoritariamente: kulesh (sopa de mijo con manteca de cerdo y verduras), schchi (sopa de repollo), papas guisadas y carne de res hervida o guisada. En algunos momentos también comieron carne enlatada.

Ejército alemán
Varios soldados del ejército alemán

En los momentos de guerra que no tomaban comida caliente durante 24 horas, los comandantes les facilitaban las conocidas raciones de hierro: Carne enlatada y galletas envasadas. Algo parecido a las raciones que aportaba el ejercito americano.

Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, los alemanes observaron la comida de los americanos, y la Wehrmacht introdujo en la alimentación: fruta, chocolate, y caramelos. Descubrieron con el azúcar que era un gran estimulante para las situaciones de riesgo que sufrían los soldados.

Las cantidades de comidas que les proporcionaban era insuficientes para los grandes esfuerzos físicos como las situaciones que vivían. Por esta razón, no era de extrañar que muchos soldados habían sido arrestados por comer raciones extra fuera de tiempo. Esto lo hacían sin el consentimiento de su superior quién le castigaba cruelmente.