¿Dónde nació Hitler?

Braunau am Inn

Adolf Hitler ha sido uno de los personajes más crueles de la historia. Aunque él de alemán tenía poco. En No Te Enrolles hemos querido viajar en el tiempo y preguntarnos: ¿Dónde nació Hitler? Los libros de historia y los numerosos estudios sobre su vida, nos hacen viajar hasta la ciudad fronteriza de Austria con Alemania conocida como Braunau am Inn.

Este es un pequeño municipio que actualmente se encuentra localizado en la actual Austria. A finales del siglo XXI pertenecía todavía al Imperio Austro-Húngaro. Esa localidad se encuentra en situada a 60 kilómetros al norte de Salzburgo. Aunque nunca fue una ciudad tan especial como importante para la familia.

Hitler vivió en muchos sitios diferentes antes de instalarse en Alemania

Algunos de los libros de historia, relatan que la familia se fue moviendo en constante movimiento durante mucho tiempo. Se movían siempre entre varias residencias que tenía la familia dese dónde nació Adolf, pasando por Passau, Lambach, Leonding y Linz.

La familia del dictador era de una clase media en la que su padre, Alois Hitler, era un simple funcionario de aduanas. Su madre, Klara Pölzl, se dedicaba a las labores del hogar.

Braunau am Inn en la época nazi
Braunau am Inn durante la dictadura nazi

El pequeño Adolf fue hijo del tercer matrimonio de su padre. Este se había casado con varias mujeres antes y no fue hasta el tercero cuando nació un 20 de abril de 1889. La relación con su padre, tampoco era muy buena y mientras el joven trataba de focalizarse en su vocación de artista, su progenitor le instó en varias ocasiones que siguiera su profesión.

La muerte del padre de Hitler le marcó mucho

Algo que el pequeño siempre rechazó. De ahí nació una actitud rebelde, y sin ser un alumno brillante, acabó por ensuciar su currículum y sus notas. Eso le provocó repetir curso y el suspenso le obligó a cambiarse de escuela. Se mudó entonces a una localidad que frecuentaba como Linz, a 121 kilómetros al este de Austria, alejándose así de Alemania, también.

La prematura muerte de su padre, debido a un derrame pleural (un líquido que pasa por los pulmones) tampoco ayudó en sus estudios y parecía que el joven estaba abocado al fracaso. Las malas notas y sus malos hábitos seguían así que se vio obligado a moverse de nuevo. Esta vez lo hizo hacia Steyr, más hacia el sur y todavía más lejos de dónde había nacido.

Adolf Hitler en su despacho
Hitler ha sido uno de los personajes de la historia

Su madre viuda, visto el rendimiento de su hijo y como también se le agotaba la paciencia de mantener a su pequeño a distancia, decidió mudarme a otra nueva localidad en la ajetreada vida de este político y dictador. Era ya 1905 y restaban entonces nueve años para el estallido de la Primera Guerra Mundial.

En esta ocasión, donde decidieron mudarse la familia Hitler fue a Urfahr. Allí, Klara, consiguió reunir a la familia de nuevo. Pero aquello le duraría poco. A los 16 años, Adolf Hitler, cansado de estudiar y seguir la dinámica de emprender una carrera, dejó la escuela. Tal y como había manifestado en numerosas ocasiones, lucho para conseguir el objetivo de conseguir su sueño, el ser pintor.

Tuvo una juventud muy dura

Fue entonces cuando volvió a Linz a buscar trabajo. Pero poco empeño puso en ello que prácticamente malvivió en la mayoría de su tiempo. Acompañado de uno de los pocos amigos que tuvo en toda su vida, no cesaba su ilusión por ser aquel inconformista de la vida.

A partir de entonces, su vida entró en un capítulo de descalabros. Tras dejar Linz, se mudó a Viena, un auténtico centro cultural dónde su futuro podría estar algo más asegurado.

Hitler con el saludo nazi
Hitler saludando a sus generales con el saludo nazi

Pero no tuvo mucha suerte ya que no consiguió entrar en ninguna academia. Su madre murió de cáncer de mama y se quedó solo, sin familia ni ningún apoyo que le pudiera aportar algo de estabilidad. Su estancia en Viena fue muy intermitente con numerosos viajes a la otra localidad de Austria, dónde había pasado su adolescencia, Linz.

A la vera de labrarse un futuro, trabajó de numerosos oficios como: barrendero, botones u obrero de la construcción. Algo inimaginable en su figura de dictador. Su vida hostil, prosiguió hasta 1913. Año en el que emprendió un viaje que le cambiaría su vida. Se mudó al país germano, para residir en Múnich. A sus 24 años, ya podría cobrar su herencia paterna, así que era un estupendo momento para emprender un nuevo capítulo de su vida.

La frialdad de Adolf Hitler

Sin embargo, se especula que los motivos de tantos viajes fueron para escapar del servicio militar al que le era obligatorio asistir. Aunque siempre dijo que nunca quiso compartir servicio con eslavos o judíos. Muchas reflexiones citan que Hitler siempre quiso abandonar Austria porque se hartó de la mezcla de razas que había en ese país. Quedó impresionado por la prosperidad y fortaleza que mostraba el Imperio alemán.

Hitler con el saludo nazi
Hitler haciendo el saludo nazi

Uno de los hombres más temidos del mundo todavía se le recuerda por su crueldad, su desprecio por las personas y su frialdad en su conducta. Ordenó asesinar a miles de judíos, priorizando únicamente a la raza aria alemana, pero antes de todo aquello también llegó a vivir en numerosas localidades austríacas antes de pasar al lado alemán.

Actualmente, 100 años después del nacimiento, frente a la casa donde nació Adolf, se colocó un monumento en contra de la guerra y el fascismo.