En la boda de María Pombo y Pablo Castellano, posiblemente ocurrieran muchas cosas. Aunque si hubo algo muy significativo y que generó numeroso ruido tanto por redes como en directo, fue el momento en el que sonó el himno de España.
Parece ser que en algunas de las bodas más tradicionales del norte del país se suelen utilizar este tipo de cosas a nivel melódico para amenizar la ceremonia. Como una muestra de respeto, admiración y satisfacción todos también guardan su propio minuto de silencio. Pero lo que sucedió en aquel preciso instante, fue de todo menos bonito. Dicho himno tenía que sonar en la ceremonia religiosa y sonó, pero con algún matiz de por medio.
Resulta que el estruendo fue tal que aquello provocó un gran revuelo por redes. Tan solo hace falta fijarse en la cara de María como para saber que algo va mal. Se muerde los labios y a punto esta de escapársele la sonrisa, cuando ve el auténtico desastre. Cabe añadir el inciso que la boda se estaba retransmitiendo en pleno directo, ya que nadie quería perderse ese auténtico momentazo.
Los nervios del directo precipitaron algunos detalles
Pero aquello finalmente no fue todo lo deseado por María. Según su criterio, sonó demasiado fuerte y de forma estrepitosa. Algo contrario a lo que quería conseguir, al menos por un rato. De haberlo sabido, lo hubiera arreglado de otra forma y aunque parece que en un primer momento no sería nada grave aquello se hizo automáticamente viral.
Ese fue alguno de los pocos errores que tuvo esa espectacular ceremonia con miles de invitados y caras conocidas en todas partes. No todo siempre sale bien. Hay algo que siempre se nos escapa y puede ser ni más ni menos que el detalle más estudiado. Hace tres años de aquella espectacular ceremonia y no es baladí que todavía se siga hablando de ello.
La nueva vida de María Pombo y Pablo Castellano
Ahora parece que su vida también avanza de forma rodada. Ya es madre primeriza de un niño llamado Martín y también puede presumir de que les acompaña un precioso gato para completar un hogar estupendo. La familia, que ha aprovechado para cambiarse por segunda vez de hogar, atraviesa un momento muy feliz en su vida.
María Pombo ha sido de las tres hermanas, la primera en casarse. Además de contar que también ha sido la más pequeña de las tres. Pero parece que la edad no es un problema para ella. Actualmente tiene 27 años y no puede quejarse de todo lo conseguido hasta el momento: es una auténtica privilegiada. Estaremos muy pendientes de todo lo que haga.
