El ex de Tamara Falcó se había convertido en un gestor de restauración y organizador de grandes eventos
Posiblemente sea uno de los nombres más repetidos en la mayoría de titulares de la prensa rosa. Este empresario e ingeniero de profesión, ha sido el último rompecorazones que ha quedado retratado por España entera. Si la Marquesa de Griñón ha salido al paso airosa tras dejarle las cosas bien claras, ¿Sabemos qué es lo que está haciendo él? ¿A qué se dedica el ex de Tamara Falcó, Iñigo Onieva?
Parece ser que, Iñigo Onieva, se refugia en el silencio y apenas le hemos visto. Oculta así su vulnerabilidad para afrontar la situación y que sus allegados más cercanos dicen que lo está pasando francamente mal.
Las dos caras de Iñigo Onieva
El joven apuesto se ha convertido en las dos caras de la moneda. De novio apuesto, decidido y aparentemente agradable que veíamos en su ser, ha pasado a considerarse como uno de los rostros más deplorables de la actualidad.
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Tan solo tres días de felicidad duró todo aquello, tras que ese vídeo hiciera saltar todo por los aires sin motivo aparente. Un contenido en el que se veía a Iñigo, besar a otra chica que no era ni mucho menos la hija de Isabel Preysler. Se vio entonces a una persona manipuladora y algo mentirosa con síntomas de tozudez y arrogancia que lo único que quería era seguir ocultando lo que parecía inevitable.
Iñigo Onieva tenía una vida aparentemente normal
En No Te Enrolles nos preguntamos entonces, ¿por qué lo hizo? ¿Qué pretendía conseguir con todo aquello? Hemos tratado de dar con la respuesta y conocer a sus familiares más cercanos o amigos y en qué vicios habría podido desbocar esa actitud de “novio modélico” con la que había engañado a Tamara.
Se llevaban un total de nueve años entre ellos. Ella era mayor que él, pero eso no hacía presagiar nada extraño hasta el momento del escándalo. 41 y 32 eran sus edades, en una vida aparentemente acomodada, compartían domicilio, dos años de relación y un futuro prometedor por parte de ambos.
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Por parte de Iñigo, el ex de Tamara Falcó, es graduado en ingeniería técnica, especializado en diseño industrial en la Universidad Antonio de Nebrija. Aunque su carrera en los últimos años había dado un vuelco y entonces se había interesado por otras prioridades: gestor de restaurantes o locales de ocio nocturno.
Desde el año pasado es director del grupo Mabel Hospitality, una empresa de la que su fundador es Rafael Nadal, y en la que el ex prometido dirigía varios reputados restaurantes de la capital como: Tatel o Totó, ambos de puro lujo.
Iñigo Onieva pretendía abrir un restaurante con Tamara Falcó
Si había algo que unía a la pareja como un proyecto muy ambicioso era la apertura de un restaurante en una finca que pertenecía a Tamara Falcó. Una donación de la herencia del padre de ella. Se trata del Palacio del Rincón, un espacio icónico dónde lo han podido disfrutar numeroso público en bodas o eventos privados.
Aunque si algo tenía de atractivo ese establecimiento, era primero, para celebrar su enlace matrimonial juntos. Aunque ya se ha visto que dicha iniciativa, como su relación, se ha quedado en un callejón sin salida.
Con esa oportunidad de negocio ella era la joya de la corona. La marquesa está diplomada en alta cocina por Le Cordon Bleu, una de las escuelas de cocina más privilegiadas del mundo.
Tampoco era lo único que ostentaba Iñigo, el ex de Tamara Falcó, entre manos. Otro de sus negocios en mente era el mundo de la noche. Sin ir más lejos, hace pocos meses abrió una discoteca en Gran Vía de Madrid conocida como Lula Club, convertida en una referencia de las noches madrileñas.
El negocio lo abrió compartido con su socio, Pablo Marín, pero en aquel entonces todo iba bien y hasta contó con su pareja para la inauguración. Algo, lo de priorizar a Tamara, que dejó de hacer quién sabe ya, si meses atrás o desde el principio del todo. A ver si todo era cuestión de “engagement” por su parte, y, nunca mejor dicho.
