«El mayor ateo de España» era monaguillo en la misa mayor

Pablo Iglesias monaguillo

El político y ex líder de Podemos se hizo viral por una fotografía algo curiosa

La vida no deja de sorprendernos y menos si nos acogemos a hechos verídicos y pruebas gráficas como una fotografía. La fotografía que abre en portada esta noticia nos demuestra que, el antiguo vicepresidente del Gobierno de la formación morada, Pablo Iglesias, vistió en alguna ocasión con el hábito de monaguillo. ¿Pero es eso cierto? ¿Tuvo Pablo Iglesias su lado católico y fue monaguillo? La realidad es que «el mayor ateo de España», nunca fue practicante o acaso estuvo bautizado.

En No Te Enrolles hemos podido acceder a una información en la que él mismo desvelaba que se consideraba ateo. Por no estar, no está ni bautizado. Aunque tampoco es anticlerical, ya que confiesa que tiene a numerosos amigos sacerdotes. En su haber ha reconocido varias veces que admira y mucho a la monja Teresa Forcades o al antiguo párroco “rojo” de Entrevías.

La intrahistoria de la fotografía de Pablo Iglesias, el ex líder de Podemos

En esa instantánea, el entonces Pablo a secas, tenía cinco años y vivía alejado del ruido de la capital o del ajetreado ritmo de vida que cogió en Madrid, en Soria. Creció en esa comunidad hogareña dónde se escondía leyendo libros de Julio Verne o de Salgari. En su adolescencia vivió la separación de sus padres, algo traumática para él, momento en el cayó abocado en la política. Pero, ¿tuvo Pablo Iglesias su lado católico y fue monaguillo?

Pablo Iglesias podemos
Pablo Iglesias en su etapa como político

Se mudó a vivir a Vallecas con su padre y allí el poder y las leyes, fue algo que le empezó a rondar. Ese niño que se vestía con capa de monaguillo, gafas de montura gruesa y pipa de su padre, no parecía ser el común a todos los demás. Se le veía algo diferente y esa curiosidad e inquietud por las desigualdades, las empezó a luchar cuando entró en las Juventudes Comunistas.

Entonces su vida cambió. Dio un vuelco de 360º. Se pasó a estudiar a autores y figuras como Lenin, Hegel o Allende y decía maravillas de ellos. Esa pasión incontrolable la mantuvo hasta llegar a la universidad, dónde se licenció en derecho en la promoción del 2001. Como su madre, una abogada de Comisiones Obreras, quiso seguir sus pasos. Aunque parecía que no encajaba mucho en el guion que estaba tomando su vida.

Pablo Iglesias siempre lo tuvo claro con sus convicciones

Parecía renunciar a lo que devoraba de joven, la política. Así que también se graduó en esa licenciatura. Como estudiante lo bordó. Consiguió tras aquellas dos carreras: un doctorado, dos másteres, cursos en Cambridge, California o Suiza. Su vocación seguía a flor de piel y cada vez era más fuerte el sentimiento anticapitalista que tenía.

Pablo Iglesias ahora
Pablo Iglesias en su nueva vida fuera de la política

Con los años todo aquello lo fue puliendo poco a poco. El ideario de extrema izquierda lo tenía muy por la mano. Se convirtió en un gran seguidor de Chávez o Evo Morales y así siguió sus días hasta el día de hoy. Nunca le había dado tanta importancia a su convicción política hasta que vio como su mensaje calaba en la gente.

Así que por mucho que se pretenda blanquear o rebajar la imagen del temido y feroz Pablo Iglesias, éste siempre renunció a todos los principios cristianos, nunca llegó a ir a misa ni estar bautizado, aquello fue tan solo un recuerdo de infancia que se quedó para el recuerdo. Quién no cree en Dios a cualquier santo le reza.

Ahora retirado de la política tras su fracaso estrepitoso en las últimas elecciones, poco se sabe de su vida más allá del corte de su coleta y ese intento de reconducir su vida como padre de familia.