A raíz del estreno de la serie ‘Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer’ el pasado septiembre en Netflix, la figura de uno de los asesinos en serie más famosos de Estados Unidos se ha colocado en primera plana. A pesar del malestar que ha generado entre la familia de las víctimas y la polémica que ha levantado, la serie ha sido todo un éxito.
Focalizada en explicar hechos reales, la serie nos explica los 17 asesinatos de jóvenes y niños a manos de Dahmer. Pero, sin embargo, en este artículo nos centraremos en hablar acerca de sus últimos días y su propia muerte. ¿Cómo murió el carnicero de Milwaukee? A continuación te lo explicamos.
La muerte de Jeffrey Dahmer
La muerte de Jeffrey Dahmer fue tan brutal como lo habían sido los actos que había cometido en su vida. El carnicero de Milwaukee pasó los últimos días de su vida encerrado en la cárcel y allí fue donde murió. La muerte de Dahmer no fue de forma natural, sino que fue asesinado por un compañero de prisión: Cristopher Scarver.
Dahmer y Scarver junto a otro recluso llamado Jesse Anderson, fueron encargados de limpiar algunas de las estancias de la cárcel. En un momento en el que se quedaron sin vigilancia, Scarver comenzó a golpear con una barra de metal en la cabeza a Dahmer hasta que lo mató. Posteriormente hizo lo mismo con Anderson.
El carácter de Dahmer
Años más tarde, en una entrevista con el New York Post, el asesino reconoció que el trato de Dahmer con el resto de los reclusos y funcionarios era malo. Scarver declaró que las discusiones de los internos y funcionarios con el carnicero de Milwaukee eran constantes y que no estaba arrepentido de ninguno de los atroces actos que había cometido a lo largo de su vida. “Algunas personas que están en prisión están arrepentidas, pero él no era uno de ellos”, declaró el asesino.
A pesar de que nunca hubo ninguna interacción previa entre los dos reclusos, Scarver aprovechó un momento en el que estaban solos para asesinar a Dahmer tras recibir un golpe por detrás durante la limpieza. El propio asesino reconoce que los funcionarios tuvieron algo que ver con lo que sucedió. Scarver hace hincapié en la “casualidad” de que los guardias hubieran desaparecido justo un tiempo antes del suceso.
