El decapitador de Santomera que paseaba con la cabeza de sus víctimas bajo el brazo

l decapitador de Santomera

En el año 2016 una mujer de 56 años, Teresa Macanás había avisado a la policía de que en su casa era imposible estar, que vivía con su hijo que era un enfermo mental, que la controlaba en exceso, esto estaba ocurriendo en España más concretamente en Murcia en el pueblo de Santomera.

Teresa Macanás avisó a la policía incluso a través de la televisión, alertando a todas las autoridades de que necesitaba ayuda.

La madre de Angelo Carotenuto denunció en dos ocasiones la situación de maltratos que vivía con su hijo, el cual llegó a estar ingresado en un psiquiátrico penitenciario.

Aun con todos esos avisos de Teresa Macanás nadie le hizo caso y la situación iba a peor, sobre todo cuando su hijo Angelo dejó de tomar la medicación. Angelo perdía el control y se volvía más agresivo.

El 14 de abril de 2008 parecía ser un día normal en el bar que Teresa le había montado a su hijo para que pudiera ganar dinero y mantenerse.

Ese día había una discusión, pero todo pensamiento era para que alarmarse, es una discusión como otras tantas, o eso era lo que pensaban, pero no fue así, esta vez no.

Fue ese día cuando la situación llegó al extremo, Angelo Carotenuto le pidió dinero a su madre, pero ella se lo negó, así comenzó la discusión en el bar, era de noche y los vecinos presenciaron el acto más terrorífico, que nunca pensaron llegar a imaginar.

Angelo había apuñalado a su madre 24 veces, la había degollado y después la decapitó, acto seguido, salió a pasear por el pueblo, pero no iba solo, había cogido la cabeza de su madre, este la acariciaba, la iba besando, y afirmaba según informan los vecinos, «Ahora estas callada… cuánto te quiero».

Cuando tuvo lugar el juicio por el asesinato Angelo Carotenuto fue absuelto de cargos, debido a la enajenación mental que tenía, pero obviamente no se le dejó en libertad, fue ingresado en un centro psiquiátrico penitenciario de Fontcalent durante 20 años como máximo.

Angelo tenía 35 años, estaba desnudo de cintura para arriba, con una cinta en la cabeza, y con la cabeza de su madre cubierta por un trapo, así fue como le detuvo la policía local, en la localidad de Santomera.