El auténtico negocio de las «sugar mommy» y sugar daddy»

Los sugar daddy y las sugar mommy han hecho que muchos jóvenes que reciben el nombre de sugar baby, reciban dinero o bienes, sin supuestamente nada más que compañía, pero esto no acaba aquí, son muchos los problemas a nivel fiscal que esto provoca.

En este momento social en el que nos encontramos es muy común escuchar estos términos «sugar daddy» y «sugar mommy»

Explicamos en este artículo un poco más estos terminos, un sugar daddy y  sugar mommy, son personas que dan dinero o regalan ciertos bienes materiales, ya pueden ser viajes, ordenadores, móviles, entre un largo etcétera de cosas que pueden darles, a cambio de tener una relación. Los sugar baby, son personas mucho más jóvenes que ellos, que reciben los bienes o el efectivo.

Esta relación a primera vista puede no causar mayor misterio, pero puede tener consecuencias con el Servicio de Administración Tributaria (SAT)

Toda persona física ningún tipo de distinción, debe pagar el Impuesto Sobre la Renta, incluyendo en esta todo tipo de ingresos que consiga, da igual de donde provengan. Como todo tipo de gastos debe aparecer dentro del Impuesto Sobre la Renta, el que recibe el sugar baby también. Aunque parezca que el dinero que recibe el sugar baby, no tiene mayor dificultad, debe aparecer en la renta ya que es un movimiento de capital, unido a la prestación de unos servicios de forma repetitiva, ya sea hablar, ir de cena, tener una cita…

Se estaría realizando una especie de trabajo, por la prestación de servicios, por tanto aunque el dinero pueda ser en efectivo y quede lejos de las capacidades del Impuesto Sobre la Renta, haciéndolo pasar por donaciones… debe aparecer en la renta.

Para que estos movimientos de capital estén bajo el orden judicial, se debe hacer un contrato

Si estas acciones se hacen pasar por donaciones, debe haber un contrato físico en el que el sugar daddy/mommy haga ver que da de forma gratuita, el efectivo o una parte u la totalidad de sus bienes, así estaría amparado por el contrato y no daría problema a nivel fiscal, siempre y cuando el sugar baby reciba una cierta cantidad de dinero, que no pase el límite considerado por el tribunal. Si el dinero que recibe el sugar baby es más de la cantidad establecida por los tribunales, ya sea en efectivo o en forma de bienes debe comunicarlo y pagar el impuesto correspondiente.