El telescopio es uno de aquellos inventos revolucionarios que significaron un gran avance en la ciencia. Una forma de ver la vida diferente y sorprendernos a nosotros mismos de la belleza de todo aquello que nos envuelve. En su ejercicio de conocer más de cerca el universo, se le atribuye dicha invención innovadora a un fabricante de lentes conocido como Hans Lippershey.
Aunque muchos estén convencidos que fue Galileo Galilei quién dio ese paso, la ciencia demostró que este fue solo el que lo utilizó por primera vez. Este pasará a la historia por ser el primer ser humano que apuntó el telescopio al cielo.
El verdadero inventor del telescopio
En el caso del inventor holandés, mucho menos conocido, se dio cuenta de este gran descubrimiento gracias a la imaginación de sus hijos. Óptico de profesión se dio cuenta de este gran invento que su hijo había alineado dos lentes y que desde estas los cuerpos lejanos se veían con mayor claridad.
Así de pura casualidad compró la patente e hizo suyo este gran inventó que tantos buenos resultados ha dado a la ciencia y a la misma historia. El diseño consistía en un largo tubo de metal con dos binóculos. Uno de ellos fijo y el otro móvil para graduar la distancia respecto al objetivo. Dicho inventor bautizó este descubrimiento con el nombre de “espectador”.
La carrera holandesa por apropiarse el mérito
Pero esta historia no iba a quedar así. Otro inventor holandés como Jacob Metius, también quiso presentar su propia versión. Este llegó hasta presentar un documento de René Descartes, en el que aseguraba su autoría. Pero a criterio del gobierno de su país, al ver que había dos versiones tan similares, decidió tomar una decisión salomónica y no le dio la razón a ninguno.
Meses después Metius retiraba su propuesta sin motivo aparente, pero su disconformidad llegó hasta tal punto que todos sus proyectos los destruyeran para que nadie se beneficiara de ello.
Aunque la pelea por su autoría no terminó allí. Zacharias Janssen, otro óptico de nacionalidad neerlandesa que tenía fama de falsificar monedas, entró en la puja por ser el verdadero creador del telescopio. Aunque la versión y fama de este, era algo sospechosa. Hasta su hijo acusó al primero, Lippershey, de haber robado el diseño de su progenitor.
La consolidación final de la historia del telescopio
Definitivamente, a quién finalmente se le atribuyó el logro fue al mismo Hans, el mismo dio el primer paso. Hasta consiguió perfeccionarlo y modificarlo, desarrollando también al que hoy conocemos como prismáticos. Finalmente el gobierno tulipán le recompensó con 900 florines.
Pero si hay alguna curiosidad más en toda esta historia es la del propio nombre que no se lo atribuyó ninguno de estos tres personajes mencionados antes. Quién le bautizó de la forma como lo conocemos todos es un griego conocido como Giovanni Demisiani.