La pregunta que nos acontece más arriba abre un paradigma interesante de analizar. Los jugadores suelen terminar la temporada en el mes de mayo y a mitades del mes de agosto, todo se vuelve a reajustar para que las competiciones vuelvan a arrancar. La Champions League suele ser una de las más tempraneras y esta lo suele hacer a principios del mes de septiembre. En esta edición, el madridismo que defendía título de campeón, dio el pistoletazo de salida el pasado 6 de septiembre. Una fecha marcada en roja en el calendario. Hace ya cosa más de un mes, ¿Pero cuánto tiempo ha pasado desde que Marcelo levantara la catorceava en París? En total son cerca de 101 días si lo contamos exactamente.
Mucho tiempo de espera para volver a ver la Champions League
Son casi cuatro meses de espera, pero merece la pena hacerlo. Es la competición fetiche del madridismo y la comunión y magia que se respira es idílica en todos los estadios por los que se pasea el Real Madrid. Cuesta creer que sean tantos días y por ello hay clubes, los blancos de por medio, que quieran imponer nuevos formatos como el de la SuperLiga.
La Champions se disputa desde el mes de septiembre hasta finales del mes de mayo. Nueves meses para parir un nuevo campeón de Europa. Un escenario perfecto para conocer y apreciar el buen fútbol. El gol es el gran remedio de muchos enamorados de este deporte. El formato de liguilla y eliminatorias posteriores, ha provocado que el ritmo de competición sea exigente.
Los 32 equipos que participan, se miden las caras casi cada semana y lo hacen dos veces durante los primeros cuatro meses de competición. Casi el mismo tiempo exacto que hay entre el parón desde cuando termina hasta cuando vuelve a empezar toda la rueda del torneo. Escuchar el himno de esta competición, es de las mejores cosas que pueden ocurrir en el día a día de cualquier futbolista.
La exigencia de competir en la competición europea
Las primas de los equipos también son muy golosas y de ahí que nazca tanta competencia por acceder a un puesto Champions. Los duelos que aúna la competición son auténticamente privilegiados ya que no se ven todos los días y menos entre los mejores equipos de Europa. Hay mucha preparación previa detrás de cada partido y eso solo provoca grandes duelos espectaculares.
Pero ahí queda el debate: ¿Merece la pena esperar 101 días para disfrutar de una competición europea? Parece ser que esto no pasa en otros deportes igual de comunes como el baloncesto o el tenis. ¿Debería cambiar el paradigma fútbol y apropiarse de una nueva competición?
La Superliga que quería impulsar Florentino brilla por su ausencia. Por tanto la pregunt es obligada: ¿Cuándo llegará el día del cambio? El fútbol es una industria que cada vez genera un mayor espectáculo. Esta debe retroalimentarse más a menudo. El talento joven emergente se ha impuesto con claridad y al igual que se ha aplicado la tecnología los métodos también deben tener cabida.
