Miguel de Cervantes si estuvo preso en la cárcel y más concretamente en la Cárcel Real de Sevilla, que estaba situada entre la calle Sierpes y Entrecárceles, pero esta no fue la única vez, pero puede que si la más significativa, pero Cervantes llegó a estar preso cuatro veces.
Cervantes dos de las veces que estuvo preso, fue por su trabajo como recaudador, también fue prisionero de guerra en Argel y por último por la deshonra a su familia.
Miguel de Cervantes participo en la Batalla de Lepanto que tuvo lugar el 7 de octubre de 1571, momento en el que perdió la mano izquierda y se le conoció como el Manco de Lepanto. La batalla no quedó ahí, cuando el escritor puso rumbo de vuelta a España en 1575, el barco en el que regresaba se acercaba a la costa catalana, y la armada turca le hizo preso a él y a sus dos hermanos.
Miguel de Cervantes y sus hermanos estuvieron secuestrados el 26 de septiembre de 1575, más tarde los turcos le venderían y después le harían esclavo en Argel, donde fue encarcelado cinco años.
Cervantes estuvo preso en Argel durante cinco años
Otro de los temas por los que Miguel de Cervantes terminó encarcelado, tiene que ver con los temas económicos. Cuando el escritor vivía en Córdoba entró en prisión, por temas de recaudación de impuestos, por el trigo, la vid y el olivo, por eso el vicario de la provincia andaluza, le excomulgó.
Al poco tiempo se mudó a Sevilla en 1597, donde también trabajo como recaudador de impuestos, lo que hacía que pasara mucho dinero por sus manos, lo que le hizo ser acusado de quedarse con alguna de las recaudaciones.
Esta acusación tuvo lugar por los errores de sus ayudantes
Cómo la acusación a Cervantes se desmintió, este terminó en libertad después de tres meses, ya que no había tenido la culpa de los hechos, por los que se le había acusado. Aunque en esta ocasión que el escritor se encontraba entre rejas, tuvo lugar el comienzo de su gran obra Don Quijote de la Mancha, el libro que se convertiría en todo un gran hito de la literatura.
Hay un monumento en honor a Cervantes al lado de la Cárcel Real de Sevilla
Por último el escritor cuando se mudó a Valladolid volvió a terminar entre rejas, otra vez debido a un mal entendido. A las puertas de su casa habían matado a un hombre llamado Gaspar de Ezpeleta, por lo que Cervantes terminó en la cárcel, pero rápido se desmintió, descubriendo que el asesino había sido Melchor Galvar, el alcalde de Valladolid.