El actor trató de desmitificar la figura de este tipo de interpretación y probar esa experiencia sin ningún tipo de fin lucrativo
Ángel, más conocido como Jordi NP, es una chico de Ciudad Real. Actualmente tiene 24 años y se dedica a la industria del porno, aunque lo lleva haciendo desde que cumplió la mayoría de edad. Desde entonces, se ha convertido en un fenómeno de masas, y en sus redes sociales como su canal de Youtube, cuenta con casi tres millones de suscriptores.
A su público ya le da lo mismo el tipo de contenido de sus videos, porque la historia de su personaje ha conseguido generar numeroso interés cuente lo que cuente. Es una industria que cada vez está creciendo más rápido y parece no tener fin. Hasta el contenido que no forma parte de escenas sexuales, también le generan millones de visualizaciones en todo el mundo.
Su historia es más que curiosa. Todo pasa por una adolescencia efervescente con muchas ganas de conocer su cuerpo. Cuando el joven atravesaba su pubertad, algo tardía, empezó a interesarse en el mundo de la interpretación enfocada hacia este lado más picante.
La curiosidad le acabó delatando
Curioseando sobre los secretos mórbidos de esta profesión, empezó a generarle cada vez un mayor interés cuando consumía este tipo de páginas. Así que el día menos pensado, un anuncio publicitario que buscaba perfiles para nuevas grabaciones, fue el detonante que le acabó por decidirse y poder entrar de pleno allí.
Su curiosidad fue en aumento, y hasta empezó a normalizar el sector como algo completamente normal. Su concepción le ayudó a ver las cosas de otra forma y eso seguramente le decantó a la hora de decidirse. Sin tapujos ni prejuicios, siempre consideró como válido este tipo de prácticas y conductas, así que nunca lo vio como un impedimento, sino como un reto en su vida de joven adolescente.
En lo relacionado a lo estrictamente profesional, siempre le pareció interesante todo lo que él mismo consumía, hasta el día que se vio reflejado en alguno de los actores que él veía por la pantalla. Esto le motivó a seguir descubriendo e investigando sobre la práctica hasta el momento en el que decidió aventurarse a probar un mundo, del que podría salir: o muy bien o muy mal.
El tiempo le ha dado la razón y ese email que intercambió con la productora parece que no lo olvidará nunca. Desmitificando un poco toda esta profesión, fue un intercambio de correos, con algunas curiosidades como toda la gente que trabaja de cara al público en el mundo del ocio: medidas del físico, fotos…
Jordi NP lo tuvo muy claro desde el principio
Las comunicaciones fueron muy efectivas. Pues con la demanda de usuarios que caía en este tipo de redes, era un sector poco explotado. De modo que el actor quedó atrapado en este mundillo muy rápido.
Tras aquello llegó el «boom» con ese apodo tan característico que se utiliza en este tipo de sectores para evitar se reconocido. A pesar de ser manchego, decidió apropiarse de un nombre catalán -«Jordi»- con dos iniciales -«N.P»-, que describían varios de sus atributos físicos.
En ese momento el no pensó que le pudiera ver tanta gente. Tampoco lo hacia por dinero rápido, y ha reconocido en más de una ocasión que es algo que no debe de hacer nadie sin pensárselo más de dos veces (uno siempre puede caer luego en el arrepentimiento). Siempre ha defendido que él lo hizo porque realmente quería dedicarse a eso. Si había algo que le incitaba a probarlo era el ambiente que había más allá del charco, en Estados Unidos, donde allí todo se magnífica todavía mucho más.
En el momento en el que empezó con el porno afirma que no se lo contó a nadie, «la gente se fue enterando más tarde». Aunque las primeras reacciones en el colegio fueron bastante bien acogidas e incluso había quien le adoraba o le hacía pasar vergüenza. A día de hoy sigue dedicándose al mundo del porno y tiene novia.